Una opción muy cómoda: parece que no lleva nada pero va protegido por dentro.
Hasta el último pelo está protegido de los indeseables parásitos que pueden invadirles.
Recuerda que las pipetas deben colocarse repartidas en unos cuantos puntos del cuello del animal, debajo del pelaje (directamente en la piel).
Siempre unos cuantos días después del baño, nunca justo después, para maximizar su absorción.